Por Vanessa Amaya y Rodrigo Torres Garibay

Los proyectos de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están llenos de retos, muchos de ellos relacionados a que los servicios de tecnología son intangibles, intelectuales y muchas veces artesanales. Por lo anterior es muy común se presenten problemas de estimación, dimensionamiento y calidad.

Todos los involucrados en un proyecto de este tipo necesitan certezas, estas certezas[1] son la representación del convencimiento sobre la toma de decisiones que a lo largo de los proyectos tenemos que hacer, entre más convencidos estemos está relacionado a la cantidad de información y datos que tenemos al momento de decidir, pero debido a todas las complejidades (funcionales y humanas) que se tienen, no es posible una certeza al 100% desde el inicio, pero si es posible aumentar el nivel de certezas para incurrir en riesgos menores e ir aumentando las certezas conforme las fases del proyecto van avanzando: para ello requieres métricas o medida[2]. Son las métricas e indicadores las que podrán dar un control al proyecto más cuantitativo que cualitativo.

Los Pioneros y Pioneras son muy importantes, porque con toda su genialidad deciden actuar por primera vez en algo y en muchas ocasiones son ellos quienes crean las tendencias. Admiro mucho a la gente con este perfil porque son valientes, desafían los límites, cambian creencias, cambian a su entorno inmediato y en los mejores casos cambian al mundo.

Pero de repente los Pioneros(as) olvidan que al actuar por primera vez en algo, lo que están haciendo es abrir un camino, camino que el mismo pionero debe de seguir para continuar su crecimiento y camino que otros seguirán y no necesariamente decidirán seguir detrás de los pasos de alguien, sino que pueden adelantarse al pionero(a).