Es necesario cambiar el sentido erróneo que le hemos dado a la Productividad
- Escrito por Vanessa Amaya
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Relacionar la productividad con la cantidad de horas que nos la pasamos trabajando ha sido uno de los más grandes errores que han cometido las empresas dedicadas a servicios, en una fábrica si hay una relación directa entre tiempo y producción, pero en empresas que no son fábricas y que no tienen líneas de producción como tal el tiempo no va de la mano con la productividad. Y tal vez por eso nunca me ha gustado el término “Fábrica de Software” creo que confunde totalmente al usuario de cómo se crea el software.
Más de una vez he visto cómo señalan a profesionistas como productivos por el hecho de que pasan más tiempo en la oficina incluso sacrificando sus fines de semana y su salud. Y tantos otros que se preocupan por cumplir puntualmente su horario, llegan a la hora, comen a su hora y se van a la misma hora, si en ese cumplimiento de horario también cumplen objetivos son excelentes profesionistas pero lamentablemente en la mayoría de los casos no es así.
En muchas empresas el hacer HomeOffice ni siquiera es una opción pues si los jefes o clientes no ven al empleado trabajar es que no está trabajando.
Con mucha frecuencia áreas de RRHH y Directores de área dicen que “sabemos a qué hora llegamos pero no a qué hora nos iremos”. ¿Esto es productividad?
Lo peor es que caemos en el juego muy fácil “si eso creen que es la productividad, pues eso hago”, en lugar de demostrar lo que de verdad es productivo y dejar de trabajar en horarios matados.
¿Haces más con los mismos recursos? ¿Haces lo mismo con menos recursos? ¿Haces más con menos recursos? ¿Das lo mejor de ti cada día? ¿Te enfocas en objetivos? ¿Sabes de qué eres parte? ¿Buscas aportar independientemente del rol que tengas en tu empresa?
A continuación 5 sugerencias:
Actividades de valor en el tiempo.
Si lo que hacemos no aporta valor al cliente, al proyecto o a tu área no tiene sentido hacerlo. No aceptemos tareas de “hacer por hacer” si no tienen un objetivo claro y estratégicamente dirigido estaremos perdiendo el tiempo. No es malo cuestionar las razones por las cuales nos asignan lo que nos asignan, a veces ni los mismos jefes o clientes lo tienen claro, pero seguramente si tienen claro que necesitan equipos productivos.
Si eres una persona con iniciativa podrías tener el problema de llenarte de actividades sin necesidad que alguien más te las asigne, así que si este es tu caso pregúntate ¿realmente son actividades de valor?
Ahorrarse los malos entendidos.
¿Cuántos malos entendidos puede haber en un proyecto al día? ¿A la semana? ¿Al mes? Si se deja de invertir en comunicación clara y búsqueda constante de empatía se va a perder mucho tiempo solucionando malos entendidos que solo crecen con el paso de los minutos. La comunicación digital es práctica pero no debemos de basarla solo en eso porque también están: las reuniones cortas y directas, las llamadas o videoconferencias para aclarar algo que por correo tomaría más tiempo y que muy probablemente al redactarlo solo crezcamos el problema. También considerar que documentación efectiva también es una forma de ahorrar malos entendidos.
Autogestionarse.
Si tenemos claro los objetivos podemos trabajar en pro de ellos sin necesitar de tener a alguien detrás de nosotros asegurándose de que estemos trabajando. El tiempo que das a una empresa, sigue siendo tiempo tuyo, tú puedes decidir como emplearlo de la mejor manera y una buena forma es tomando la iniciativa y hacerte cargo de la responsabilidad de tus tareas sin necesitar de terceras personas que estén verificando lo que haces hora por hora.
Alta concentración en periodos cortos.
De por sí ya teníamos dificultad para concentrarnos, ahora en la era digital tenemos en nuestros smartphones unos dispositivos dedicados a la interrupción necesaria e innecesaria de forma constante.
El trabajo que tengamos debe de ser más retador que el hecho de ver que hay en las redes sociales y más interesante que estar navegando en la web, no dudo que haya trabajos así de interesantes pero al final la conectividad es una tentación para muchos y otra necesidad para muchos otros. Entonces, pensar en estar 4 horas trabajando sin parar en una sola cosa pierde sentido, trabajar 6 meses en un solo módulo de un proyecto también, por ello es mejor que tengamos durante el día periodos cortos de alta concentración donde la productividad sea una consecuencia y también, planeaciones donde no tardemos más de 4 semanas en obtener un buen entregable para el cliente.
Actividades de coordinación.
Las dependencias en un proyecto son innevitables, muchas veces aunque sabemos que las dependencias están ahí las ignoramos hasta el último momento, postergar una actividad de coordinación no es productivo. Es importante procurar por lo menos tener 2 actividades de coordinación al día con otras personas o con otros equipos. No tienen que ser tareas de muchas horas, lo importante es lograr entendimiento y acuerdos necesarios para solventar de la mejor manera las dependencias que hay entre las personas y entre los equipos y eso muchas veces puede ocurrir en minutos.
No es coincidencia que las 5 sugerencias que puse anteriormente inicien con “A”, la “A” de AGILIDAD y están basadas en el manifiesto ágil, este manifiesto es una gran teoría pero no hay mayor satisfacción que practicarla: sí funciona.
La Agilidad es un estilo de trabajo que construye una cultura colaborativa e inclinada hacia el trabajo en equipo efectivo. El 2017 es un año de muchos retos para latinoamérica, la incertidumbre está presente en muchos hogares y muchas empresas, tal vez lo único seguro que sabemos es que DEFINITIVAMENTE NECESITAMOS SER MÁS PRODUCTIVOS.
El muro de Trump podrá ser o no una realidad, lo importante es no ponernos muros entre equipos, muros con los clientes, muros entre países, muros en la forma de pensar, muros para aceptar a quienes pensamos y queremos hacer las cosas diferente.
Latinoamérica: que nuestra bandera sea la productividad y aportal valor a nuestro alrededor.